¡Ni arepa ni parrilla! El tostador chileno se vuelve viral y desata una batalla cultural en redes
¡Sujétense las arepas y el pan tostado! Una simple promoción de artículos para el hogar encendió una verdadera guerra gastronómica en redes sociales. Todo comenzó cuando una marca osó llamar “parrilla para arepas” a un clásico tostador de pan… ¡chileno de pura cepa!
Los chilenos no tardaron en reaccionar: «¡Eso no es parrilla ni es para arepas!», gritaban en comentarios llenos de emojis y memes. Y es que, según cuenta la historia más aceptada, este artefacto fue inventado en el campo chileno en los años 20, cuando los arrieros buscaban cómo calentar su comida con lo que tuvieran a mano.
“El origen es bien rústico”, explicó el historiador José Pedro Hernández a Meganoticias. “Los arrieros se iban a la montaña y armaban estos ‘tostadores DIY’ con latas agujereadas y una rejilla encima. Todo al fuego directo, como buenos chefs del siglo pasado”.
Pero el invento no se quedó en la montaña. En los años 50, con la migración del campo a la ciudad, el tostador se instaló con firmeza en las cocinas urbanas, convirtiéndose en un ícono de la panificación nacional. ¡Y todo sin una sola patente!
Así lo confirmó el abogado y experto en propiedad intelectual, Juan Pablo Zamora, quien reveló que este humilde artefacto no tiene ninguna protección legal. “Cuando se empezó a fabricar en serie, ya era un viejo conocido. Sin novedad, no hay patente”, explicó.
¿Y qué pasó después? El tostador cruzó fronteras. Hoy, se lo puede ver desde el Cono Sur hasta Europa, tostando panes sin descanso y, al parecer, también metiéndose en disputas internacionales de identidad culinaria.
Así que ya saben: antes de rebautizar un tostador chileno como “parrilla para arepas”, prepárense para un sándwich… ¡de memes y orgullo patrio!